sábado, 6 de marzo de 2010


OBITUARIOS

Mi Alma:

De que ando chorreado, es verdad, ando chorreado. Al abrir el periódico de todos los días me obliga una fuerza exógena a ir derechito a la página de los obituarios.
Hoy por ejemplo, se repite el nombre de un chamo ( tiene que serlo porque no dicen "licenciado, o doctor, o ingeniero", como cuando son ya maduros o tienen un pasado) , hijo, allí señalan, de una importante funcionaria del establishement que murió de causas no precisadas.
El problema es que mucha gente aparece allí, en su última socialitè periodística, y me asusta porque parece, según los avisos, que muere más gente de la que nace. Por diferentes motivos estoy llevando una estadística de las causas: Mil y pico de por ciento a favor de los tiroteados; ceropuntocinco a favor de las muertes naturales. Pero busco, como antes, el anuncio de que la familia fulana, emparentados con los sutanos, anuncia el nacimiento y bautizo de un niñito, o niñita ( ahora escriben niñit@) para señalar uno de los dos géneros, y nada.
Antes era leprosísimo y hespérico, para nosotros los socialistas, leer que doña menganita celebraba con un "baybyshower" los dos primeros meses de vida de Jaime Arrechedera III, hijo de don Jaime Arrechedera II, nieto del primer Jaime que se hizo rico gerenciando putas en los sabanales de Guarenas, pero que ahora, olvidadas las putas, y sepultados los contrabandos, era Don Jaime el cojonudo, lavado de todo pasado delictivo y dueño de una mansión en el Country Club, ya catirito y bello, con su cédula de gracias al sacar muy siglo XXI, y elevado a la categoría de Don Par de Bolas el Millonario, que asiste al babyShower de su futuro nietecito oligarca y jodedor, esperando convertirlo en socio del Banco Mundial y Jefecito de todas las negritas contratadas para el servicio de adentro, antes seleccionadas gracias al nalgómetro de Don Jaime III, un experto en eso de medidas de mujeres que están bien buenas y que lloran al fornicar con un hombre.
( Lo del llantén al tirar parece que es muy chévere, me han dicho).
Pero, mi alma. Ya ni los ricos están naciendo. Parece que tampoco están muriendo, por lo menos aquí en nuestro país, porque nada se sabe.
Lo que si es seguro es que los periódicos hablan de matazones en todas partes: que si un chofer de taxi, o un vendedor de helados, o un par de sindicalistas ( los preferidos de los sicarios), y una cuantas almas extraviadas que se quedan por allí tomándose un par de cervecitas luego del toque de queda ( no decretado por el gobierno, pero de lo más oficial de acuerdo al baremo de los barrios y urbanizaciones), y que encuentran de repente muy pin-pan el cañón de una .45 que le canta un díptico mortal, e infalible, tal como si fuesen las sirenas de Carbidis que se ramoneaban a los navegantes en los tiempos de Ulises o Jasón.
Un par de balazos. Un par de versos sirenaícos mortales, en concreto.
Así como te digo: los obituarios no hablan de los muertos de importancia, puro nada más que de los Bate-Quebraos de los barrios; y tampoco los onomásticos apologetizan, como antes, a los recién nacidos de la burguesía.
La vaina está fea.
No con la fealdad poética de los eventos de caballería: el ujier del rey mató a doscientos sarracenos que apostasiaban del dios verdadero. Hurra por el ujier. Y luego el mismo monarca, vestido con reluciente coraza, tomó la vida de una docena de caballeros que eran la guardia de cuerpo del pecador que pisoteaba la cristiandad santa de los varones de dios...
No. No me joda... Matan a los purititos cabrones de todos los días que se levantan con un padre nuestro a doblar el lomo para ganarse los cobres que cuesta el pan. O a las purititas mujeres de a diario que retuercen la rabadilla para ganarse la leche que acompaña al pan del que dobla el lomo.
¿ Y cómo van a nacer los hijitos de don guevonote II, si los malandrines lo matan, y guevonote tercero se queda en las gónadas de un padre que no llega a ser?

Y la esposa de otro Don Guevonote que amanece llorando y pidiendo que por lo menos se haga justicia y que ese asesinato no quede impune, señor presidente, es lo único que le pido, porque don guevonote era negro, pobre y feo, pero también era lo único que calentaba las tripas de mi comadre y le jubileaba las nefras al apretarla en el catre esperando pega que te pega bloques, y lava que te lava pocetas, que algún día uno de sus negritos pudiera llegar por lo menos a concejal. No un hijo, tal vez tampoco un nieto, uno cualquiera que llevara la sangre plebeya y morcillera de los que serán pobres por más de los tres siglos por venir.
Es decir: que esperaban ser o estar pobres, y seguir viviendo.
Pero no ocurre. Eso me gritan las estadísticas: los pobres están siendo matados por sus vecinos, y los ricos no están muriendo. Por lo menos es lo que señalan los obituarios.
Hago cálculos de Moda, Función de X, Función de Y, Frecuencia, Series, y los números son los mismos siempre: siete a cero a favor del hampa, que a nadie importa.
Frente a ese vicio de "estadistear" lo cuotidiano, ¿qué me recomiendas, mi alma?
¿Sigo leyendo esas cosas, o me doy por muerto desde ya?
Es que por negro, y aunque no me gano la vida pegando bloques, soy escritor. Francamente, muchísimo menos útil que la albañilería.
Aconséjame, mi alma.
Tu Don Perico de Los Palotes ochocientos y pico. (Más de dos mil años pelando bolas).

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