martes, 9 de septiembre de 2014

Jaculadores indecentes de un evangelio al revés






Jaculadores indecentes de un evangelio al revés
 



One thought on “ imagenes de jesus predicando el evangelio (2) ”

 

Jaculatoria es plegaria o también invocación. Se han escrito para múltiples propósitos, sea bendecir una vida santa, piadosa y de recogimiento, como para completar las funciones de la iglesia católica, en su rito universal evangelizador aceptado desde su instauración  por Teodosio El Grande, como fundamenta el Edicto de Tesalónica, en el 380 de la  Era Cristiana.
La primera y mas universal de las oraciones es el Padre Nuestro (Mateo 6:9- 13), enseñada por el mismo Jesús a sus apóstoles en una madrugada trágica, poco antes de ser arrestado para cumplir con las escrituras, como señalaba la profecía de los patriarcas. Un rezo sencillo para comunicarse con Jehová e implorar los bienes de su Majestad. Invocar el Pacto de Moisés, nada menos, es lo que encierra la súplica sencilla. Reclamar a El Padre Eterno que no olvide su compromiso con sus hijos terrenales, y no les permita endurecer su corazón por la maldad. Lo dice claramente:

no nos dejes caer en la tentación y líbranos de todo mal, amén.

El rezo contiene seis (6) peticiones, que ustedes pueden fácilmente recitar, pero les recordaré: 1) santificar el nombre del Señor; 2) pedir el reino de la verdad para el creyente; 3) respetar la voluntad del creador; 4) solicitar el alimento espiritual de cada día; 5) perdonar las ofensas y  también ser perdonado;  y la número seis que ya les he citado.

Ahora, dígame usted, si los jaculadores de marras que han mancillado el evangelio al adulterar el Padre Nuestro, han entendido de qué se trata esta perfecta y profunda comunión con el Espíritu Santo.

No, claro que no. Pero lo peor ha sido comparar al Comandante Eterno con el mismo Jehová (¿O ustedes han creído que la oración va dirigida a Jesús, que es el Hijo Terrenal?). El Padre Nuestro es la única oración dictada por el Santo Pastor a la humanidad, para restituir la comunicación con Elohim (Jehová, en su otro nombre) que se había roto desde que Moisés bajó del Sinaí con las Tablas del Compromiso (La Ley que une a los hombres con Dios, y fundamenta el Rito clerical para La Eucaristía), última disposición para que los seres humanos pudieran organizar sus vidas tanto en lo social como en lo político, así como en lo legal. Pero como la mayoría de esos “predicadores” ignoran qué fue lo que con ello se acordó, suelen quebrantar las múltiples normas que Dios ha dictado para educar a los hombres, sus hijos, sus criaturas que están por encima de las otras creaturas de El, incluidos los ángeles.
Solo una imperdonable estupidez pudo haber guiado a esa furibunda fanática para escribir un Chávez Nuestro que a lo peor, si es que ese “señor” existe en el más allá, debe haberse empatucado de miedo al ver que comparan su mezquina existencia con la de El Dios único de la humanidad:
A nadie llaméis padre vuestro sobre la tierra, porque sólo uno es vuestro Padre, el celestial. (Mateo 23:9)
Otras religiones existen, y podemos repasarlas una a una, si quieren, pero la única que ha dictado la relación de perdón y esperanza a los humanos ha sido el Judaismo y luego el Cristianismo, que viene a ser lo mismo, pero con la presencia de Dios hecho humano. Todo ese libro, considerado como el mayor registro cultural de la humanidad, no hace sino orientar a los lectores de suyo para que engrandezcan sus vidas, la de sus hijos, la de sus prójimos.
La existencia del Dulce Señor, el que perdona en nombre del Padre, es un bálsamo de esperanza para los afligidos, los pobres, los tristes, los huérfanos de toda justicia.
Entonces, ¿cómo se les ocurre contaminar con tamaña blasfemia al único documento dictado por Jesús, antes de entregarse a la maldad de sus verdugos, para consolar a los sufrientes?
Ah, la astuta ignorancia del fariseísmo:

…¡Ay de ustedes, pecadores (se refiere a los fariseos) también, porque imponen a los demás cargas insoportables, pero ustedes no las tocan ni siquiera con un dedo! (Lucas 11: 45-54)

¿No les suena vinculante con, digamos, la biométrica, Sicad I y II, la lista de Tascón, la represión a los estudiantes, el martirio a Franklin Brito que dejaron morir de hambre al reclamar sus tierras expropiadas, el encarcelamiento de Simonovis, de Sairam Rivas, de Leopoldo…? ¿A ese largo etcétera que ha sido este gobierno contra los opositores?

Ese insepulto, que ha sido presidente en la mala hora que lo eligió este país, consumió su brevísimo paso por la vida alimentado por el rencor. Era un dispensador de odios y revanchas, que un día prometía exterminar a los enemigos, jurando que su revolución “era pacífica pero armada” y en otro maldecía a los gringos, declarando a cada instante la extinción de su gobierno de ellos.

También, en días de exaltación solicitaba encarecidamente “echarles gas del bueno” a los opositores de su desmesura, negándoles ciudadanía al endilgarles el despectivo “escuálido” junto al de apátrida, cipayo o pitiyanqui.
Diga usted si el furor amenazante de este funcionario puede ser comparado con el sosiego de Jesús, demostrado incluso al ser condenado a morir crucificado, y aún así, solicitar perdón para sus verdugos.

…” no saben lo que hacen” –clamó al Padre, para que los perdonara-.

Y, si tal vez el desconocimiento de El Evangelio sea la causa de haber creado la blasfemia, tampoco se les debe tolerar el tamaño de la ofensa porque, quien mas, o quien menos, somos practicantes cristianos que solemos respetar ese mínimo espacio en donde convivimos.
Somos humanos corrientes. Gente que comulga, que visita, que respeta su iglesia. De Ritual religioso, pues. Eso de lo cual carece el chavismo, que no se detiene ante nada en su furibundéz. Se les entregó un país para que lo hicieran florecer y terminamos marchitados. Se les dio un mandato para administrar la hacienda pública, y ahora padecemos una economía  en bancarrota. Cedimos un país con violencia controlada, y ahora amanecemos en un baño de sangre mortal, día a día, llenos de pavor, encarcelados en nuestra propia casa. Son un proyecto político que no demuestra conciencia ciudadana. Un proyecto del cual lo mínimo que se esperaba érase honesta decencia, que tampoco han practicado.  Y aún así, fracasados de a metra, se resisten a entregar el poder, manipulando el sistema para perpetuarse.

Una y otra vez machacan que no permitirán a otro ente político ejercer el gobierno.
“No volverán ni por las buenas ni por las malas” dijo Cabello en su último discurso.  O sea, a prepararse, según él, para soportar para siempre el descalabro sin esperanza ninguna de cambio. Así fue el lenguaje del absolutismo (el estado soy yo, afirmó Luis XIV), una añeja corriente del Siglo XV en la que el Rey ejercía todos los poderes. En aquellas fechas era designado por Dios, afirmaban los embusteros cortesanos, y por eso gobernaba sin trabas ni medida.
Y ahora, a horcajadas de los siglos XX y XXI, en la tierra donde menos esperábamos el resurgimiento de una monarquía despótica, surge “manu militari”, un régimen que se vale de todo para retener el poder.
De todo lo humano.
Y ahora intentan con lo sagrado, acometiendo esa innecesaria herejía de comparar a un soldado violento, todo lo contrario del númen cristiano, con el Pastor de Almas que fue el Nazareno. Aquel Pastor que acudía a salvar su rebaño en vez de abandonarlo, o sacrificarlo sin indulgencia.
Y así como han utilizado al rezo para igualar al político fracasado con Jesús El Cristo, empleemos pues, el mismo evangelio para desmontarlos, sabiendo que ni siquiera querrán buscar en una Biblia lo que a continuación citaremos: Mateo 22:15-21 “Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios”

Del César son los asuntos del Estado; de Dios los asuntos de la iglesia y la Fé, buenamente.

No andan juntos. No son compinches.

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